domingo, 29 de mayo de 2011

Dream, dream, dream

Hace varias noches me viene pasando algo muy raro. Sueño con algo, no puedo explicar bien qué, porque creo que cada vez aparece en una versión distinta. Me acuerdo de anoche, que fue como un globo aerostático tamaño barbie, que flotaba sobre mi cabeza, pero flotaba en serio, yo tenía los ojos abiertos y veía mi cuarto y el globo semi-transparente, confuso.

Después del sueño, siempre viene la sensación de que algo o alguien invisible me agarra la mano. Una especie de apretón que empieza mientras duermo y dura lo suficiente como para despertarme. Todas las veces me miro la mano y nada, intento hacer fuerza con la cabeza para deshacerme de la sensación, pero algo me sigue agarrando la mano.

Una posibilidad es que esté loca. Ya lo estoy, en varios aspectos, ¿qué hace una raya más al tigre?
Puede venir un psicólogo y analizar mi sueño.
Alguien lógico, realista y práctico puede decirme que los sueños son así. Absurdos, incomprensibles. 
Yo no logro descifrar qué o quién agarra mi mano durante la noche. 
Si es usted, querido lector, hágamelo saber. No me molesta que me agarren la mano. Pero cada vez que me despierto me da un poco de miedito. 

jueves, 26 de mayo de 2011

Velocidad

Hoy, cortito. Porque no tengo tiempo. Y me preocupa.

Quiero vivirte, vida, no que vos me vivas a mí.
No quiero que sea como cuando alguien saca a pasear a un perro en la ciudad y vos lo ves desde la ventana en el colectivo y te reís, porque pensás que es el perro el que en realidad saca a pasear al dueño y lo lleva a las corridas por donde a él se le canta.

"No quiero pasar la vida sin que la vida pase a través de mí"
(Jorge Drexler y Kevin Johansen - No voy a ser yo)

Tenemos que disfrutar más, sociedad. Tenemos que disfrutar más.

sábado, 21 de mayo de 2011

"...cargue su cruz y me siga"

Estudiar y extrañar. Cantar y extrañar. Comer y extrañar. Enseñar y extrañar. Tocar la guitarra y extrañar. Escribir y extrañar. Dudar y extrañar. Dormir y extrañar. Soñar y extrañar. Despertar y extrañar. Caminar y extrañar. Jugar al fútbol y extrañar. Viajar y extrañar. Proyectar y extrañar. Seguir y extrañar. Frenar y extrañar. Perder y extrañar. Leer y extrañar. Pintar y extrañar. Corregir y extrañar. Trabajar y extrañar. Tomar y extrañar. Ensuciar y extrañar. Desordenar y extrañar. Rezar y extrañar. Llorar y extrañar. Reír a carcajadas y extrañar. Gritar y extrañar. Cerrar los ojos y extrañar. Entender y extrañar. Temer y extrañar. Ser valiente y extrañar. Preguntar y extrañar. Crecer y extrañar. Ganar y extrañar. Preguntar y extrañar. Responder y extrañar. Aconsejar y extrañar. Discutir y extrañar. 

Extrañar y luchar.
Extrañar y crecer.
Extrañar y cambiar.

Pero siempre extrañar. 

Extrañar, extrañar, extrañar. 

jueves, 19 de mayo de 2011

Nuevas aventuras de Brunildito

HOY: Testimonio de una nube 
(Para Joaco, que le gustaba esa nube)

     Brunildito está sentado sobre la pared. Una de sus piernas cuelga del lado de siempre; la otra se balancea sobre el punto exacto donde le gustaría caer... si se animara a saltar. ¡Tiene tantas ganas de saltar al otro lado! Pero, más fuerte que las ganas, suenan las preguntas. Son miles; zumban y zumban adentro.
     Y tiene miedo de lastimarse. 
     En eso, pasa una nube. Brunildito la saluda muy cortés (característica fuerte de Brunildito, su cortesía) y le pide el gran consejo:
     -¿Salto?
     Y la nube comienza a hablar:

<<Nazco de vez en cuando, del agua. Agua que corre, que nunca se queda quieta y es una lástima no recordar el punto exacto del que vengo, porque debo conocer tantos lugares...
<<Sea como sea, desde acá arriba también puedo ver bastantes cosas. Descubro que ya el mundo se mueve demasiado rápido como para que, encima, las personas intenten acelerarlo. Experimento la calma de la quietud y de las brisas y la emoción del viento feroz. 
<<Pero lo que más me gusta es llover. Las nubes no elegimos dónde, simplemente nos detienen sobre alguna parte del mundo cuando ya tenemos más gotas de las que podemos soportar. Y caemos.
<<Caemos de a pedazos. Abrazamos a la tierra. Somos uno, a veces, uno la tierra y la nube, aunque sueñe extraño. Pero no siempre (aunque también pueda sonar extraño), porque otras veces nos encontramos con tierras ocupadas en las que llovieron otras nubes y no nos queda ya lugar para el abrazo.
<<Una nube, cuando llueve, se desarma. 
<<A veces, me dan ganas de dejar de llover. Otras, me gustaría no terminar nunca. Pero, no sé todavía si afortunada o desafortunadamente, hay algo detrás de mis decisiones. El viento que me lleva adonde quiere. El sol que me ayuda a nacer, al mismo tiempo que lucha por brillar a pesar mío. Y la fuerza de gravedad que no me deja dejar de caer.
<<Me quedo latente cuando no estoy en el cielo. Me escondo entre las gotas de algún cuerpo de agua que no voy a recordar cuando esté arriba. Me pregunto qué cosas nuevas voy a aprender sobre el mundo. De qué tierra me voy a enamorar y sobre cuál voy a tener la oportunidad de llover.
<<Porque, ¿lo dije ya?, llover es lo que más me gusta.>>

¿Y, Brunildito? ¿Ya decidiste?

miércoles, 18 de mayo de 2011

Querer de nuevo esas cosas

(Las Cañas, Uruguay)

Sabés que la ruta va hacia otros campos,
Son otros los árboles y es otro el sol,
Que aquellas hojas que una vez fueron tuyas
Hoy son de la tierra, que pide que crezcas,
Pide que a otros árboles regales tu voz.

Pero seguirás buscando ese árbol,
en ese campo, con ese sol,
seguirás buscando hasta el fin del tiempo,
y hamacarte en sus ramas, que sus hojas te canten...
-

Sabés que es deseo de chiquita de rosa. Pero igual lo querés. 
Ese árbol. En ese campo. Con ese sol. Hasta el fin del tiempo. 

martes, 17 de mayo de 2011

Sail through the changing ocean tides

Hoy conocí esta canción, aparentemente muy famosa, que no tenía idea de que existía. Me encantó, la escuché muchas veces. 

Leí hoy también esto:
"La cuestión de la música es central para la de los significados del hombre (...). Nuestras aptitudes para componer y responder a la forma y el sentido musicales implican de modo directo el misterio de la condición humana. Preguntar <<¿Qué es la música?>> puede perfectamente ser un modo de preguntar <<¿Qué es el hombre?>>" (George Steiner, Presencias Reales)

Y me acordé del sabio que dijo que toda la vida es música y los que tienen oído absoluto se llaman santos. Y que lo importante de la música es que nos conmueve de tal manera que saca afuera lo más íntimo de nuestra esencia. 

I took my love and I took it down,
I climbed a mountain and I turned around
And I saw my reflection in the snow covered hills
'Til the landslide brought me down. 
Oh, mirror in the sky, what is love?
Can the child within my heart rise above?
Can I sail through the changing ocean tides?
Can I handle the seasons of my life?
Well I've been afraid of changing
'Cause I built my life around you,
But time makes you bolder,
Children get older,
I'm getting older too. 

Landslide, de Fleetwood Mac. No es Beethoven. Pero es lo que hoy tuvo la capacidad de conmoverme.

lunes, 16 de mayo de 2011

PCPC

Estudiando para un parcial, en medio de un estrés importante, te encontrás con estas cosas:

"Adorno (...) dice que sólo porque el hombre vivió en el paraíso, sólo porque tenemos la certeza de que el hombre vivió en el paraíso, podemos soñar, utópicamente, con lo nuevo. Si perdemos de vista que en otro tiempo las cosas fueron diferentes, perderemos de vista que, en el futuro, las cosas también podrán ser diferentes. Es decir, si solamente quedamos atrapados en la presencia absoluta del presente, si sólo somos capaces de mirar a nuestro alrededor y sólo ver lo que nos rodea, perdemos el pasado y, al mismo tiempo, el futuro (...). Es necesario recobrar al pasado, no como pieza de museo, sino como interpelación crítica del presente. Esa es la tarea: poder volver a construir biografías, pero no biografías que después alimenten la nostalgia de lo imposible, sino biografías que de alguna manera conmuevan nuestra propia espiritualidad. Volver a descubrir que en otro momento histórico, en otro tiempo cultural, los hombres tenían pasiones, y que, en el interior de esas pasiones, se construía la historia".

Y ahí entendés, entendés todo, decís con razón estudio, con razón le meto pilas... estudiar tiene sentido.

¡A CONSTRUIR BIOGRAFÍAS CONMOVEDORAS, GENTE, A CONSTRUIR HISTORIA!

domingo, 15 de mayo de 2011

Cómo elegís vivir, a partir de una tostada

Qué hacés con un pan tostado -o en realidad con dos, esa es la clave -puede decir mucho sobre cómo elegís vivir.

Tenés dos panes, ¿no? Dos panes tostados con queso derretido y jamón arriba. Son las seis de la tarde, te estás muriendo de hambre. Un pan está recién salido del horno; al otro, lo sacaron hace unos diez minutos. O sea, uno está bien calentito y el otro ya se empezó a enfriar.

Tenés dos opciones. Podés empezar por el que está más frío, para que no se siga enfriando, pero eso significa que el pan calentito recién sacado del horno va a enfriarse mientras comés el primero, ¿hasta ahí me seguís? Entonces cuando llegue el turno del segundo pan, ya no va a estar tan calentito. Y tenés otra opción también: podés elegir comer el pan caliente, disfrutarlo mucho más de lo que disfrutarías un pan tibio, sabiendo que, mientras tanto, el pan que ya estaba tibio va a estar aún más tibio (¿puede algo estar más tibio?), es posible que frío, cuando te toque comerlo.

Entonces, podés disfrutar ordenadamente de dos panes tibios o de un pan calentito y uno frío.

Esto se parece a la vida. Hay dos tipos de personas: las que eligen vivir una vida organizada, ordenada, tibia, sin súper-panes, pero también sin grandes épocas frías, y las que llevan vidas llenas de excelentes panes calentitos a las seis de la tarde que disfrutan como nada y otros panes fríos que dan pena. Opción A: ningún sobresalto, nada descolocado, mucho orden; nada de caos y ninguna emoción extrema... pero tranquilidad. Opción B: allá arriba, ahí abajo, allá arriba, ahí abajo... pasión e intensidad, para bien o para mal...

¿Qué pan elegís?

PD 1: En esta línea, se pueden establecer tipos de personas según el arroz que comen... pero es demasiada información para un mismo día. 
PD 2: Hoy a las seis de la tarde, cuando me tocó a mí elegir qué pan comer primero, elegí el calentito. Soy una persona arriba abajo arriba abajo. Es lo que hay. 

jueves, 12 de mayo de 2011

Más aventuras de Brunildito

HOY: Brunildito y la pared

Nadie sabe bien cómo encontró Brunildito aquella pared. Ni él mismo lo sabe. Andaba por el suelo, porque allí lo había llevado la vida o hasta allí se había dejado arrastrar por ella, cuando la vio: una pared de tantos metros de alto por tanto de largo, bastante gruesa en apariencia, perfecta para apoyarse y descansar. ¡Y Brunildito necesitaba tanto una pared donde descansar!

Así que descansó.

Pasó cierto tiempo. Las cosas no nos sirven eternamente para lo mismo. En realidad, ellas permanecen iguales, pero somos nosotros los que cambiamos y pedimos a las paredes de siempre cosas nuevas. Esto mismo le pasó a Brunildito y decidió que era hora de dejar de descansar y comenzar a trepar la pared.

Ayudándose con un par de huecos y algunos ladrillos un poco más salidos que los demás, logró subir hasta arriba de todo. No le llevó mucho tiempo; Brunildito es ágil, o logró entender bien a la pared. Desde arriba, el suelo le pareció bastante más lejos que lo que suponía que iba a estar. Vio todo lo que veía siempre: los bancos de la plaza, la basura en la calle, la gente en la fila del colectivo. Parecía una coreografía desde lo alto. Como si un reloj manejara cada paso, cada movimiento, a un ritmo calculado a la perfección.

Y se le ocurrió mirar al otro lado de la pared.

Lo que vio lo sacudió entero. No puedo describirlo, porque no hay nadie más que Brunildito sobre esa pared, y Brunildito dice que no le alcanzan las palabras. Tiene ganas de saltar. Tal vez, "ganas" no sea la expresión adecuada. Tal vez sea mejor usar "deseo", "impulso", "necesidad".Pero se entiende, creo. Brunildito quiere saltar al otro lado. Está fascinado por lo que vio.

Pero tiene miedo. La pared es muy alta. Puede quebrarse una pierna, un dedo, o destruirse, quién sabe. Vuelve a mirar su lado y sabe que, si baja, lo que ahora es como una coreografía precisa marcada al compás del reloj se convertirá otra vez en el suelo sombrío y gris que lo cansaba de tal manera que Brunildito andaba buscando paredes donde apoyarse y descansar. 

Brunildito me mira con sus ojos grandes como burbujas y me pregunta:

     -¿Salto?

miércoles, 11 de mayo de 2011

Constitución Hollywood

Era una buena forma de conocerse dos personas en una película.

Ella se acerca al kiosquero y le pide un cortado. El kiosquero es ciego así que, al sacar un vasito de polietileno de la máquina de café, lo levanta en el aire y pregunta en voz alta:
-¿Para quién es el cortado?
-Para mí -responde, y estira su brazo para tomar el vasito. Recién ahí lo nota a él, parado junto a ella, casi pegado, porque el kiosco en hora pico de universidad está repleto -, ¿o vos también habías pedido cortado?
Él, muy caballero, le dice que sí, pero que no hay problema, que puede esperar al próximo. Ella insiste, él insiste, clásico ida y vuelta de cortesía. Al final, ella refuerza su posición de mujer con pantalones y termina:
-No. Es tuyo.
Él le sonríe y le agradece y tarda un poco más de lo normal en ponerle azúcar al café antes de irse a clase. 

martes, 10 de mayo de 2011

Brunildito

     Él es Brunildito. Llega, te mira con sus ojos grandes como burbujas, te concentrás en el brillo en su iris y, ahí nomás, sentís la pregunta clavada entre tus costillas, la pregunta de los ojos de Brunildito.
     No es cualquier pregunta. Es esa que nunca te animarías a hacerte. Pero esta vez no sos vos, son los ojos de Brunildito.
     Al principio, hacés como si no te dieras cuenta. ¿Qué cosa, Brunildito? ¿Hacia dónde va tu pregunta? No termino de entender... 
     Pero los ojos de Brunildito se inflan y brillan como brillan las burbujas. Te ponés nervioso. Apretás los dientes porque empezás a sentir cómo la pregunta se sacude en tu interior y tenés miedo de que se escape por tu boca.
     No se va a dar por vencido, eh. Nunca lo hace. Sostiene fija su mirada en vos y ahí sentís, como una corriente de electricidad, las palabras temidas:

     ¿Qué pasaría si...?

     Silencio. 
    
 Brunildito está esperando la respuesta.

domingo, 8 de mayo de 2011

Esa gente

¿Dónde está? ¿Dónde está escondida toda esa gente? ¡Salgan a gritar! ¡Únanse!

Y, de vez en cuando, lo hacen. Y es como si explotara una bomba, pero en el buen sentido.

Gente que desarrolla robots (y juega al fútbol de robots). Un grupo de estudiantes que inventaron un mouse para personas que no tienen movilidad, que se maneja con la pupila a partir de una webcam (costo total: $90, o lo que salga una webcam). Un grupo de artistas que hacen talleres de alfarería en penales. Una escritora que, después de haber terminado una carrera y tener un trabajo estable, y todo lo razonable, se jugó por lo que quería. Un tipo que cruza datos sobre salud para investigar causas y curas de enfermedades. Una chica de 11 años que se planta ante miles de adultos pidiéndoles que consideren a los chicos en sus decisiones. Una fotógrafa que dirige un proyecto en villas. Una batería humana. Un flaquito que asumió su condición de "nerd" y se animó a desarrollar videojuegos e inteligencia artificial en Argentina. Otro flaquito que, después de una situación límite, se dedicó a coleccionar plantas carnívoras, cientos, miles, de todas partes del mundo. Un físico que, a partir del estudio de un audiograma, logró encontrar a los responsables de un crimen y sacar de la cárcel a un acusado que en realidad era inocente. Un deportista que la rompe, más allá de una malformación genética en sus piernas. Y así, muchos. Mil doscientos jóvenes que se juntan a escuchar y a ver ideas que buscan cambiar el mundo.

Y después de eso, un salón cualquiera, en una parroquia cualquiera, en una ciudad chica que, en apariencia, no tiene nada de emocionante. Dentro del salón, cincuenta chicos con velas encendidas cantan "esto que soy, eso te doy" y escriben, en un afiche en el piso, dones que reconocen en ellos mismos y que quieren regalar a los demás. 

Ayer fue de esos días que funcionan como respuesta. Respuesta ante la pregunta: ¿dónde está toda la gente inspirada en el mundo? ¿Dónde están esos que se juegan por lo que quieren y creen? ¿Dónde están esos que se vuelven plenos en la medida en que aportan (¡y cómo aportan!) sus capacidades, sus convicciones, su creatividad para mejorar el mundo?

Ayer fue una respuesta: ¡acá están! ¡Acá están todos!

miércoles, 4 de mayo de 2011

La vaca cinéfila

Una lista de clichés de las últimas películas que vi.

A) El vestido de novia
En las películas que se tratan de casamientos (o en las que aparece un casamiento), siempre va la futura novia con su mejor amiga, o un par de ellas, a probarse el vestido. Entra en el probador, mientras su amiga espera sentada en un silloncito. Al rato, sale la futura novia y su amiga se queda boquiabierta, sin palabras, se le llenan los ojos de lágrimas y, después de mirarla un rato y que la del vestido le diga "What?!", ella exclama: "Oh! You look... beautiful!". Y, en general, el vestido es horrible y la mina es mucho más linda vestida con ropa de todos los días que vestida de novia.

B) Abre la puerta y entra a mi hogar
Nunca voy a terminar de entender cómo funciona el sistema de las puertas en la películas o en las series. Muchas veces tocan la puerta, muchas veces no, pero la puerta nunca, nunca tiene llave. O en Estados Unidos no existe la inseguridad... o no sé. Después hay, por ejemplo, una chica en su cuarto y aparece su ex novio. No sabemos cómo, simplemente la gente entra en las casas como si nada. Sí a veces aparece el clásico "Your mother let me in"... Pero no existe esperar en el living, o tocar la puerta y esperar a que abran. La gente simplemente se manda, abre la puerta y entra.

C) Season finale
Clásico final de película. El hombre (vamos a decir el hombre... pero puede ser también la mujer) se atraviesa toda la ciudad (la clave es Nueva York, pero puede ser cualquiera), obviamente no consigue taxi así que corre y corre y corre y llega, todo agitado,  al lugar donde está la mujer, y le da un discurso emocionante de "I love you" que, al principio, no parece sincero, pero ella termina con lágrimas en los ojos... y beso.

D) Teléfonos
Todos tienen contestador automático que dice "en voz alta" el mensaje mientras la persona que llama lo está dejando. Siempre, cuando no quieren atender, escuchan la voz de la persona en el contestador. Se hacen desear, escuchan varios mensajes de "Please, call me", hasta que, al final, atienden. ¿Quién tiene un contestador de esos en su casa?

E) Teléfonos II
Cuando dos personas están, por ejemplo, discutiendo en el teléfono y una corta, la otra escucha un tuuuuuuuu. Lo probé y, cuando cortás, hay silencio, no tono. Salvo que en EEUU los teléfonos funcionen diferente.

Eso es el cine, amigos. Igual lo amamos.

domingo, 1 de mayo de 2011

Seguirás buscando ese árbol

Y hoy sabés que es deseo de chiquita de rosa
querer de nuevo esas cosas, como un árbol
en ese campo y con ese sol,
que después del invierno
sean las mismas las hojas,
sean las mismas las ramas y sea el mismo el color.

Receta para una noche perfecta

Gente copada, un buen sillón, algo rico para comer, una guitarra, mate o café (o bueno… cerveza puede ser también)… y eso. Lluvia, por ejemplo, o frío, pero que dentro de la casa no se sienta. O también, ojo, en verano, un buen jardín con un buen cielo para mirar. Un río también te lo banco, o una playa, eso es mucho pedir pero si viene, genial. Hasta ahí es perfecto. Un fuego en una chimenea o un fogón. Buenas charlas, con amigos que ya te conocen y no te importa lo que piensen de vos… o gente que recién conocés, pero esas charlas de adentro. Como ayer en Burger King, que hablamos sobre el relativismo y sobre los nuer, que no tienen Estado (o no tenían). Si no hay guitarra acepto buena música en un equipo, tampoco soy tan exigente. O silencio. Esos silencios cómodos, tenés a alguien al lado, nadie habla y no importa. Algún juego de esos en los que te sentís un nabo, por ejemplo, el de los animalitos, ese que no podés mostrar los dientes. Y después de reírse mucho, durante un rato largo, y tener los músculos cansados… echarse… por ahí… Y divagar un rato, soñar, hablar de cosas existenciales entre profundas y absurdas… Corroborar la hipótesis de que las personas somos peligrosas después de las dos de la mañana porque perdemos algunas barreras y algunos filtros. Estar así hasta que se te cierren los ojos. Y bueno, ahí está bien, irse a dormir. En algún momento iba a pasar. Pero si la noche dura hasta que salga el sol, bingo.


He aquí mi noche perfecta. Me hace sentir un poco vieja. Aburrida. Extraña. Use el adjetivo que le plazca. Pero bueno, é lo que hay.