Hoy dos chiquitos pedían monedas en el tren. Son ese tipo de chicos que te saludan con un beso y te dejan un papelito y, en cierto modo, sentís una violencia, como una presión, una cuasi-imposición de darles sí o sí algo de plata. Y la lógica clásica de una persona de mi nivel socioeconómico que viaja en tren dice: "no le des plata porque no sabés qué va a hacer con ella, dale algo para comer".

Y se fueron contentos, el chico y su prima, con los resaltadores naranjas y sin las galletitas, rompiendo la lógica, demostrando que, a pesar de lo que les toca vivir, son chicos... que todavía se sorprenden cuando ven algo fosforescente... menos mal.
(9/11/10...no fue hoy hoy, pero lo acabo de encontrar en mi cuadernito de anotaciones del tren)
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