martes, 3 de enero de 2012

El balance

La locura del momento en que te ponés a revisar el año, típico rito cuando se acerca el 31 de diciembre, y pensás que no podés tomarlo aislado, que necesitás mirar un poco más atrás, el año anterior... Pero el anterior tampoco puede ir solo, está encadenado al que lo precedía... Entonces pensás que en tres años se condensan las vivencias de toda una vida. Tantos sacudones, tanto barro, tanta luz, tanto, tanto, tanto aprendizaje, tanto CRECIMIENTO, en mayúscula y con todas las letras. Y no se te ocurre cómo puede seguir la vida después de todo eso. No se te ocurre, por momentos te ahoga, te asusta. 

Por suerte quedan muchos hilitos por seguir tejiendo. ¿Por suerte? hay mucho más barro por el que seguir caminando. A la fuerza. A los tropezones. Pero queda camino. Tal vez la vida te dé un respiro. Pero no, cada vez te convencés más de que tu vida no funciona así. 

Y te gusta. Empezás a quererla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario