-Un alemán puede levantarse de su asiento en el tren, ir a charlar con otro pasajero y volver a sentarse; por derecho, el asiento sigue siendo suyo (pruébelo en la línea San Martín a ver qué pasa)
-El chukrut no se llama chukrut, se llama sauerkraut
-La gente no es muy fanática de tirarse en el pasto
-Las puertas se abren al revés
-Los teclados alemanes tienen la Y y la Z invertidas
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