viernes, 3 de junio de 2011

El día del abrazo

Por un día, nos dieron a los comunes la capacidad de abrazar a los habitantes del cielo. 
Nos dijeron: sólo por hoy. Vayan. Abracen.

Corrí sin frenar, casi no respiré, o no me di cuenta. Corrí hasta encontrarte; no pude verte, sólo nos daban la facultad de abrazar, pero supe perfectamente dónde estabas. Abrí los brazos, respiré hondo, intenté abarcar, en ese aire que entraba en mi cuerpo, todos los abrazos truncos de todos estos meses... Todas las veces que lo quise, las veces que lo necesité. Todos los vacíos en mis manos. Inspiré, me llené de todo eso, lo mantuve, no me animé a largarlo hasta abrazarte del todo, hasta asegurarme de estar toda yo en ese abrazo, toda yo con todo lo que soy ahora y todo lo que vengo siendo desde hace más de un año.

Toda yo estaba, como vos aquella vez. Yo conmovida. Como llorando, descansando en ese abrazo.

Ojalá nos dejaran a nosotros, los comunes, abrazar a los habitantes del cielo más seguido. Es lindo abrazar. No entiendo por qué tienen que sacarnos esa capacidad.

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