jueves, 29 de agosto de 2013

"Said he'd seen my enemy... said he looked just like me"

Te voy a contar algo, pero no se lo digas a mamá.

No le digas que a veces, a la noche, dentro del respaldo de mi cama aparece la cabeza de un caballo.

No le digas que no me gusta el té de frutilla con miel.

Y no le digas que está el monstruito. El otro día le empecé a contar y puso cara de preocupada. Le conté que él había tocado la puerta para afuera -porque, como está adentro, tiene que tocar para afuera-. Le dije que se había puesto a llamarme a los gritos y que no podía hacerlo callar. Y ahí frené, porque me di cuenta de que mamá pensaba que yo estaba loco. Y le dije que me había confundido. Que lo había soñado.

Aparece a veces cuando no lo espero, pero cada vez más me doy cuenta cuando está por aparecer. Empieza a tocar la puerta del lado de adentro y me hago el que no lo escucho, pero sigue. Y si no le abro, hace cosas. El otro día abrió una canilla y la dejó correr. Le dije que no se deja correr el agua de las canillas. Hay que cerrarlas. Pero se rió y al rato me di cuenta de que no había cerrado nada, porque me empezó a chorrear agua por todas partes. Otra vez lo hizo con fuego. Me empezó a agarrar calor adentro. Me saqué el buzo, pero no paraba, porque era adentro. Y después me empezó a quemar. Y tuve mucho cuidado de no abrir la boca para que la gente no pensara que yo era un dragón.

No me cae bien. Me dice que quiere jugar, pero siempre que juego con él termino enojado. No sé qué hace, yo no quiero jugar, pero termino jugando igual. Y estamos mucho tiempo, sin darnos cuenta. El otro día me olvidé hasta de cenar por jugar con él. Cuando mamá me preguntó le tuve que contar cualquier cosa. Le dije que había comido muchos chocolates en el colegio, por Pascua. Pascua fue hace como dos meses. Mamá me creyó y no me dio más chocolate por una semana. Y yo quería chocolate. 

No me gusta jugar con él. Hace varios días que me viene pidiendo y le digo que no. Pero me molesta. Ya te dije cómo se pone cuando no le hago caso.

Una señora me dijo el otro día que el monstruito quiere ser mi amigo. Pero yo no sé cómo hacerme amigo de alguien que me quema y me inunda. Me dijo que yo soy como su casa y que puedo elegir ser su amigo o no. Pero ya viste cómo se pone...

No le digas a mamá porque va a pensar que estoy loco. 

1 comentario:

  1. Hola José! me gustó tu blog, especialmente este del monstruito. Me hizo acordar a una película de Spike Jonze que se llama Where the wild things are, si podés mirala! (En realidad es adaptación de un libro para niños pero yo no lo leí)
    Un beso!

    ResponderEliminar