miércoles, 7 de marzo de 2012

Brunildito inédito

Encontré por ahí un par de reflexiones viejas de Brunildito con toda esta historia de la pared. Me dio permiso para publicarlas. Pero no todas juntas, dijo. 

Tal vez, una puerta

Antes miraba hacia arriba y veía cientos de nubes grises. Con el tiempo, me fui dando cuenta de que, en realidad, aquello no eran nubes, sino escalones. Claro: el cemento los hacía grises y el hecho de estar arriba hacía que parecieran nubes. Pero, entre todos, conformaron una escalera que me fue llevando a donde hoy estoy parado. Y es un buen lugar. Bastante bueno. Algunas cosas que en pasado pesaban o dolían me llevaron a ser como soy hoy. Valieron la pena, no eran nubarrones como creía.

¿Puede ser que con muchos de mis problemas de hoy pase lo mismo?

¿Puede ser que lo que hoy veo como una pared sea, en realidad, una puerta? Una puerta al país de las maravillas... que siempre estuvo abierta para mí... pero nunca me di cuenta. 

Me da escalofríos pensar. Que el país de las maravillas puede estar al alcance de mi mano. 

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